"En la espera, las horas se adueñan de la impaciencia, dando riendas suelta a mi imaginación al sentir tus labios, rozando mi nuca..." |
Hay corazones heridos
que no quieren sentir las horas cuando observan
la soledad que les acecha. Esos corazones dan crédito a una angustia mezquina que toma posesión de su razón disuadiendo con destreza, una felicidad más que
merecida…
Los recuerdos
estancados ¡hay que exterminarlo como a las plagas!. Estos llevan por veredas escabrosas
dejando en el camino, la piel de las oportunidades…
Eternidad…
Eso es lo que sucede
cuando sus manos se separan después de un beso que acompaña un “hasta mañana mi vida…”
Los escalofríos
silenciosos, pierden puestos frente a la ilusión y el deseo. Una coyuntura qué,
algunas veces, surge de la nada; De esa
nada fruto de una
rendición…
…. Y en los momentos…
…. cuando tu coche para
frente a su verja, ¡¡ ella corre hacia ti!!
Colándose por la ventanilla del copiloto, ¡acortando los miedos!..., cambiando el
significado de la distancia qué, ya…, no sientes cuando la miras y le
dices: “ Te amo...” o la despides con un “ ¿¿Te he dicho hoy, que te quiero…??”a lo que responde; "...no, imperdonable..." guardando la mentira piadosa debajo de una espera que endulzará su boca...
…. Con los días…
…. Es temprano. La luz
de la mañana se cuela por las rendijas de la persiana. El estor coquetea con las primeras luces que hacen
carantoñas en el rostro… y, ella, se hace la remolona cubriendo con las sábanas
su cabeza tratando de huir de los primeros rayos del día…
…. Es cuando abres los
ojos, caes en la cuenta de qué el tiempo ha destruido el puente de la
espera, ¡ahí!… al otro lado de la cama, te recibe su sonrisa con dos
adormilados “ buenos días..”. El del
ahora, y aquel que no tuvísteis mientras ambos, con otras vidas, en lechos distintos dormíais…
Esa mujer cuida de tus
flores. Esas que llegaron tarde y nunca antes conociste… Te llama “su jardinero fiel…” porque has
esparcido en su alma la semilla intima
que reconoce el amor maduro, sereno y firme…el que nunca se va de puntillas sin
despedirse…
Esbozas una sonrisa y
aún somnoliento, acaricias el instante
de sentirla cerca…,
Notas su respiración
relajada.Se ha vuelto a dormir. Detienes la mirada en su espalda bien
definida al tiempo qué, la yema de tus
dedos, dibujan un te quiero en la geofrafía de su piel; blanca y suave como la seda…
Te acercas mientras duerme para abrazarla tatuando tu aliento en los recovecos de una pasión...
Te acercas mientras duerme para abrazarla tatuando tu aliento en los recovecos de una pasión...
…. Tus flores…
Ellas representan el
placer de la vida simple. Algo así como…; Preparar una mesa para dos…, una
lectura conjunta; relatos que la embelesa atrapándola entre la entonación y la
sorpresa que lleva la aventura de tú narración. Consciente de la intriga que
despierta la historia, levantas la mirada y sonríes para adentro. Su pequeña
silueta está hecha un ovillo en el sofá, ¡expectante! de saber qué ocurre en “el puente de los asesinos…”de Arturo Pérez Reverte.
Hoy tus flores se
visten de gala para lucirse en, una mirada esquiva que recorre su figura, también, para ese beso sonoro que los labios femeninos depositarán en tú nuca
cuando enfrascado en tu opera preferida te sorprenda la tibieza de su boca…, y, como no, en el deleite y frenesí que
produce deshacer una cama, la vuestra…,y por último, en la locura excelsa que encierra una suplica que esconde un “¡escápate
conmigo…!”
….Te levantas y
despacio, al compás de "la forza del destino" de Verdi, te acercas a ella sentándote en el poco espacio que dejan sus piernas en el sofá.Con ternura, apartas el cabello que cubre el lado derecho del rostro y clavando tus pupilas en las suyas le repites por enésima vez…,”lo hermosa que te parece…”
Esther Mendoza.
¡Precioso escrito Esther!. Me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarAbrazos. Rosa.