Su desconfianza le
impedía salir de aquella jaula…
Tras un largo
viaje de continuas decepciones, llegó a la conclusión de que el mundo debía
ser mirado a través de aquellos barrotes. Los daños colaterales de sus
experiencias, albergaron en contra de su voluntad a un ocupa permanente en
su vida, el “temor”...
Observar el exterior
resultaba más seguro desde el escaparate en que ella se hallaba, y, aunque la
puerta siempre estuvo abierta, se protegió
cerrándola en su mente.
A la caída del sol y
en las noches claras, contemplaba obnubilada un cielo estrellado que la cautivaba; momento en que era abordada por la señora nostalgia rememorando cuando de niña, su abuela le decía que los límites nacían en la razón y
morían en el corazón... ¡Cuánto echaba de menos a su sabia "tata"!
Su recelo a volar, bloqueaba cualquier iniciativa por acercarse a aquellas estrellas; sabía que algún día, ¡algún día lo lograría…!” sin embargo, el tiempo y la duda la convirtió en una
soñadora de sueños…
Una noche en un acto
impulsivo, se armó de valor y asfixió a un ego tirano que le recordaba sus falsas
limitaciones; entonces,… ¡¡echó a volar!! abandonando así, el reducto que durante mucho tiempo le dio falso cobijo y protección…
¡Por fin!, se dijo.
Quiso conquistar el firmamento y enamorar a cada una de sus estrellas. Nunca
vio resplandor tan hermoso de la tierra.
Desde esa altura, toda tristeza y todo dolor, se esfumaba cual cortina de humo. Alzo
el vuelo sintiendo como sus alas frágiles temblaban sin pavor y animosa siguió elevándose
para alcanzar un sueño.
En ese viaje exhausto
y milagroso, descubrió que sólo ella construyó sus barreras con la etiqueta de "imposible". Asumió que las lindes las ponemos nosotros convirtiéndonos en presa de la inseguridad.
Agitaba sus delicadas alas en dirección a una
meta posiblemente inaccesible para muchos qué, como ella en el pasado, abortaron su vuelo
ante la conquista de un ideal. La emoción que sentía la convenció de que
estaba en el camino correcto y entonces, supo que no miraría para detrás…
Durante unos segundos evocó cuando en su prisión compartía sus inquietudes con otras mariposas qué, al escucharla, la tacharon de loca por
perseguir una quimera.
Le dieron consejos diseñados por mentes acomodadas en la rutina y cuyas metas, quedaron atrapadas en una bandeja de salida candidata a realidad. Roles junto a deseos, dormían en el sofá confortable donde veían pasar sus días... A eso, ella lo llamaba "espejismo de
relativa felicidad…. “
En sus días pasados, con impaciencia ansiaba la llegada de la noche; ese era el momento más anhelado para dejar volar su imaginación a lo desconocido.
Bajó nuevamente sus
ojos a la tierra, en ese trayecto osado e intrépido, descubrió que aquellos que
se conformaron con amores hechos a
medida y al alcance de la mano, morían temprano en la rutina y la
frustración.
Apostó por conquistar un
inviable y, en el camino de la conquista, descubrió cosas hermosas, se trataba de aquellas
que le ofreció la vida mientras libraba sus propias batallas. Comprendió que
los amores imposibles muestran luces y sombras con caminos alternativos; ellos nos conducen a conocer otra de las múltiples caras del amor…
La mariposa comprendió y evitó caer en el
cataclismo que caen la mayoría de los mortales. Apreció detalles que dormían en un rincón del
alma humana, posiblemente un castigo injustamente infringido por la ceguera voluntaria de algunos. El valor de las cosas simples, resultó ser un hermoso tesoro en frágil caja de cartón…
Esther Mendoza.
Mi querida Luna, nuevamente me pierdo entre tus escritos. La jaula de las mariposas refleja una gran verdad fácil de extrapolar a los seres humanos. El miedo a volar y a arriesgar está presente a lo largo de nuestra vida.
ResponderEliminarLlevas razón en el punto reflexivo que haces cuando hablas de los amores imposibles, en esa lucha intempestiva por alcanzar un imposible, descubrimos tantas cosas de nosotros y a la vez descubrimos tantas otras de ese camino recorrido..
Es menos frustrante pensar en lo bueno que nos ha quedado del trayecto ya pasado…
Y, te recuerdo la calidez de tus palabras, sublimes que me llevan a querer leer mas de ti…
Te envío una pieza de Greg Maroney, espero que te guste tanto como a mi.
Besos
ET.
Ernesto
http://www.youtube.com/watch?v=ZhGbAO6LQGw&feature=related
Hola Esther, tenía pendiente venir a conocerte y no sabes qué alegría me ha dado leerte y descubrirte.
ResponderEliminarMe has enganchado a esa mariposa prevenida y llena de sabiduría y me gustaría darle voz... Me permites que la grabe?
Te dejo un abrazo agradecido.
Hola Beatriz, mil gracias por visitar mi pequeño mundo de silencios compartidos. Es todo un honor para mi tu visita y que algunas de mis reflexiones llamen tu atención.
EliminarPor supuesto que puedes grabar cualquiera de mis escritos.
Un abrazo y hasta pronto.
Aprender así que la vida está mucho más en el camino, en el recorrido que en la meta.
ResponderEliminar!fascinante!
Saludos Esther...bella y certera prosa...comparto contigo...los amores imposibles dejan huellas imborrables ...adquieren otra dimensión...uno aprende a volar...
ResponderEliminarMe encantó...en la voz de Beatriz y música de Ruth...precioso
abrazos