“Amor en una servilleta…”
Cada mañana en tú bandeja del cacao, habrá una nota en la servilleta que ocupa un lugar presidencial en tan pequeño y decorado espacio. Sentimientos plasmados en el papel de celulosa que limpiará tus labios...
Cada gesto que me regalas… miradas y palabras…., enmudecen a las mías, dando paso a la forma escrita que traslade a tu corazón cuanto te quiero…
En las noches… en la brevedad del tiempo que puedo acompañarte, te observo desde el sofá. Disimulo hojear un libro cualquiera que pueda retener mi atencion. Mi retira se centra en los movimientos lentos que haces mientras trabajas frente al ordenador.
Me levanto de puntillas y beso tu nuca…, percatandome de millones de sensaciones que despiertan en tu piel..., me miras, con toda la ternura que albergas dentro de ti, hacia mí, clausurando con las más dulces de las sonrisas ese fugaz y mágico momento…
Me dirijo a la cocina y te preparo “la leche chocolateada” que tanto te gusta. En la bandeja junto a la taza caliente, deposito otro trocito de mis sentimientos hacia ti, inmortalizados en otra servilleta de papel...
“ Hola mi amor…, ¿sabes lo mucho que te amo…? Mi alma se siente plena. Se ha llenado de ti con la sensibilidad que te caracteriza. Has dado forma a la emoción de sentir la cercanía del ser que te regala ilusión cada mañana, la que me complementa y construye agarrado de mi mano, caminos de esperanzas…”
Esther.
Fidelity… (Regina Spektor)
Efectivamente una servilleta está para servir -de ahi quiza su nombre- incluso como notario y mensajero. Bonita escena ...
ResponderEliminarMi querida Luna.
ResponderEliminarSi este escrito tiene un destinatario, afortunado él y le felicito, pues no es fácil que dos afectos coincidan con tanta magia y devoción. En ocasiones digo, que las hermosas historias de amor están basadas en hechos reales, solo que no todo el mundo ha tenido la fortuna de vivirlo en su piel, o mejor dicho, en su corazón…
Espero que podáis cuidar inteligentemente ese sentimiento vetado para muchos humanos superficiales enamorados del romanticismo, que no han sabido reconocer el verdadero sentimiento de un amor generoso y fiel…
Un abrazo y hasta pronto.
Ernesto.