... Si un día al despertar extiendes la mano y no me encuentras, no llores, no me he ido de tu lado, tan sólo cambien de escenario por exigencias del guión de la vida...
... Cierra los ojos nuevamente, respira profundo y deja que la imaginación te lleve al lugar recóndito donde reposan los recuerdos…, esos que alimentan el alma y a hurtadillas en ocasiones salen a pasear con nuestra imaginación…
… Si al despertar me encuentras a tu lado… entonces sonríeme, al ser los dos afortunados al poseer el tiempo y la oportunidad de tenernos… pues lo que puede ser común para algunos, para nosotros es un regalo del universo…
… Entonces, vivamos…, sintamos… amemos… y soñemos con lo efímero como es la belleza en todo su contexto, sin desconsiderar que el tiempo es más efímero, pues al no ser conciente de tenerlo, debemos retenerlo amorosamente, observando todo lo que se puede hacer con un conjunto de segundos…, minutos…, horas.., días… semanas… meses… y años… en definitiva, toda una vida…
… No olvidemos…, cada día dar gracias al abrir los ojos y sentir nuestra respiración, ella es la antesala que nos permitirá reescribir nuestra historia, con esa página en blanco que cada día nos recibe…
Esther Mendoza
04/11/2010
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