jueves, 13 de febrero de 2014

...Entre la luz y la oscuridad..

 Antonio Canova’s Psyche Revived by the Kiss of Love (1789).

“El destino baraja y nosotros jugamos” como bien dijo Arthur Schopenhauer.-


Entre la luz y la oscuridad se batían en duelo el deseo y la moral. Sorpresivamente, le resultó fácil perderse en la profundidad de sus ojos comprobando como, sus alientos se hilvanaban de forma perceptible. Quedó atrapada en aquellas pupilas preguntándose dónde estuvo todos estos años al tiempo que imploraba el roce de los labios de aquel extraños, viva consecuencia de su sedienta pasión no confesada…

Su presencia le resultaba familiar. Una cercanía que la abrumaba impulsándola a quedarse atrapada en una piel que le resultaba tentadora; no puso reprimir la romántica idea de haberse reencontrado con un amor lejano, tal vez, donde el tiempo y el espacio no habían sido borrados. 
Sus mejillas se rozaban a la par que sus extremidades se reconocían atraídos por el calor que desprenden dos cuerpos que han despedido a la sensatez por las aceras de la prudencia…,

Una de las masculinas manos, se deslizó por la espalda, el atrevimiento de su brazo izquierdo la atrajo contra el varonil pecho suplicando en silencio qué, aquel encuentro, no tuviese fin. ¿Cuál era el precio que debía pagar por rendirse a esta pasión?..., ¡poco importaba!..., Un instante para amarlo y toda una vida para echarlo de menos; aquella burda burla del destino, bien merecía la pena sufrirla…

Su  dulzura se metió en sus venas a través de la espina fina de la despedida dejándole un sabor agridulce ante el temor de no volver a verle jamás…

Sus deseos apenas valientes, asomaron tímidamente en las esquinas de las dudas huyendo a toda prisa de una moral obsoleta.
Aristas que sonreían irónicamente recordándole no bajar la guardia del optimismo, a pesar de alojarse en el único hogar conocido para ella hasta entonces..., el miedo…

El precio de ser fiel a las corazas, consiste en la aniquilación de las oportunidades y la asfixia irremediable de la capacidad para amar …

Esther Mendoza. (Fragmentos de mi libro Instantes…)
"¿Es posible querer tanto a alguien, que ese amor te impida morir?"


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