sábado, 9 de febrero de 2013

"ANAÏS..."

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“Y me das toda la ternura con tu presencia…"



“Aun me quedan fuerzas para abrazarte, para escucharte y acompañarte…”
 
Sé lo importante que soy para ti, cada día me lo recuerdas. Cuando necesitas mi apoyo, buscas mi hombro, y, tras un suspiro largo, compartes tus preocupaciones y alegrías. Me convertí en tu cómplice de sueños. Participo de tu revoloteo cual cometa en dirección a ellos y, aquí abajo, sujeto la cuerda sugiriéndote que por mucho que alces el vuelo, nunca olvides las razones que lo propiciaron…
Hay un lazo que nos unirá siempre; ese invisible que nos ata sin dependencia, desde la libertad que nace del amor incondicional entre madre e hija.
 
“Y me das toda la ternura con tu presencia…”
 
Mi querida hija, hoy ojeaba el álbum de fotos del día de tu nacimiento. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, y, aunque han pasado ya veinte años, no son lejanos los sentimientos que afloran al rememorar ese momento… ¡un tiempo que se me ha pasado en un abrir y cerrar de ojos!, sin embargo, cuanto encierran estos años, pocos en el calendario de tu vida y muchos, y, gratificantes, en el mío como madre.
 
Realizaste en más grande anhelo de mis entrañas; ser mamá, y, crecer a tu lado con las vicisitudes que conlleva ambos roles. He tratado de inculcarte valores que te dignifiquen, ¡no aquellos que los demás esperan de ti, sino tú autenticidad mostrada al mundo, tal cual eres, con coraje, valentía e integridad...
 
Doy gracias por los pasos que continuamos dando juntas, por las risas que compartimos, por el cambio de rol en algunas ocasiones cuando te empeñas en sobreprotegerme como si de una niña se tratara. Tengo que agradecerte tu bella y luminosa sonrisa cuando me falta para mi, sumándole a tus innumerables gestos, el pintarme un arco iris en el rostros con ilusiones cuando llegan esas mañanas difíciles en que cuesta moverse y poner en práctica la fe…
 
Sé que tienes derecho a caer y a levantarte tantas veces apueste por la conquista de un sueño, y, ahí, estaré con los brazos extendidos recordándote que las caídas te hacen más fuerte y más valiosa si eres capaz de remontarlas con nobleza y fortaleza; todo ello te llevará a perfeccionar a la gran mujer que ya eres… …
 
Aun sigo aquí, cerca de ti, pensando en las formulas correctas para aportar vivencias a tu historia y granitos a tu felicidad.
 
Hoy paseábamos por la calle fría y triste. Las noticias venían cargadas con nubarrones de desesperanzas, pero, traté de arrancarte esa carcajada ruidosa y juvenil que siempre tienes para mí.
 
Todos los cambios asustan. Son viajes cuyo equipaje debe ser ligero; hay que tener hueco para llenarla de voluntad, confianza y aprendizaje; Sintiéndola como las pruebas de aquello que nos ocurre en la vida como consecuencia de nuestra participación en ella.

 Esfuérzate por no perder tu esencia, potencia tu dulzura ofreciéndola a borbotones cual don te ha sido asignado; con ella, curarás las almas enfermas de rencor y desamor… y, cuando una espina te lastime, piensa cuanto sufre lo hermoso creyendo que no lo es. En ocasiones algunos seres se comportan como espinas, y no son capaces de ver lo grande que alberga en su corazón por muy recóndito que se halle…
 
Dicen que las almas eligen desde el cielo a sus padres, gracias por elegirme como madre. Eres una gran maestra en mi vida y una bendición.
 
“Se noble, justa y equitativa. No juzgues, solo observa la coherencia humana entre sus palabras y acciones sin que te dañe… ”
 
¡FELIZ CUMPLEAÑOS ANAÏS!
Te quiero.
Esther Mendoza.

 

  

4 comentarios:

  1. Precioso texto para definir lo que es vuestra relación Esther. Una madre tiene un amor incondicional al sus retoños. Ese sentimiento que no puede ser entendido salvo que se pertenezca al una relación madre-hija. Esa complicidad compartida que en todo momento resurge hasta de las situaciones más duras y que siempre está presente en las situaciones más amables.

    Felicidades Anais por partida doble, por tu cumpleaños y por tener una relación tan especial con este ser maravilloso que te dio la vida.

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  2. Que maravilloso homenaje me ha gustado desde el principio hasta el fin y quererla así, como e, aunque a veces no sea como te gustaría que fuese, esa renuncia de amor a aceptar sus errores es síntoma de tu maravilloso amor.
    ¡Felicidades a las dos!
    Besos.

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  3. Querida Esther os felicito a las dos. A ti por tan maravilloso escrito y a tu preciosa hija.
    Besos. Rosa.

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  4. Si tu escrito me ha iluminado el alma, ya me toca imaginar qué causó en tu bella hija. Tu amor es libre, y eso "como hija de una madre" se agradece infinitamente.


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