lunes, 26 de noviembre de 2012

"EL PRIMER PASO..."

"El amor a uno mísmo es una plegaria diaría..., nadie debe interrumpirla..."

¿Amarse...?... El primer paso...
A veces me pregunto, si hemos entendido y, por consiguiente aceptado, que somos los únicos responsables de nuestra felicidad. Cuando ésta no se produce, ¿somos conscientes del  equívoco al señalar al otro como autor de nuestra desdicha? En la intimidad de nuestra soledad, ni se justifica ni alivia la errónea permisividad de actos y palabras que desacreditan el verdadero significado del amor…
Hay hechos que producen dolor y, como puñales, dejan huellas en el alma que vivirán en ella el tiempo que tardemos en amarnos…
Es más sencillo cerrar los ojos ante señales que nos avisan del desacierto de seguir en una relación dañina. Inmersos en una hoguera de vanidades donde la dignidad y el respeto no tienen cabida, preferimos por temor al abandono, delegar en el otro, la responsabilidad del cambio.
“Si su amor te hiere, no es amor…”
La vida..., ¡es maravillosa!, ¡está llena de oportunidades!... ¡se muestra como una ventana abierta cuando las puertas se cierran dándote la coyuntura de reescribir tú historia cuantas veces necesites!; conveniencias que marcarán las rutas de tú mapa en la aventura de vivir y sentir…
No necesitamos adornos externos para que nos reconozcan y nos amen..., tampoco, es necesario ofrecer nuestro corazón en bandeja de plata, la sumisión ¡nunca! es admirada y te aleja de tu esencia y del amor de otro ser, por el contrario ell@s, caminarán y crecerán paralelamente junto a ti si te muestras tal cual eres…
Cada día millones de personas luchan por sobrevivir en la selva del desafecto, otros, ¡quieren nacer para sentir en su piel la pasión de otra piel!…, y, algunos, en el crepúsculo de su vida piden una segunda oportunidad…
¡¡Amate!!... ¡practícalo siempre!….
Cuando nos identifiquemos con esa actitud, no será necesario dar largas explicaciones, ni enumerar cuantas etiquetas nos puedan acercar o alejar del respeto o devoción de aquellos a los que les importamos…
La mediocridad, sólo adquiere significado y protagonismo en el pobre de espíritu, cuya alma basa la felicidad y el amor, en su particular banco material y fina estampa en la galería de la arrogancia…
Reafirmémonos en la maravillosa e imperfecta persona que somos, ella, será nuestra tarjeta de presentación…
Valóralo, inténtalo y por último, practícalo ¡todos los días de tú vida!…
Amate, es el primer paso…
Esther Mendoza.
¿Cuantas lágrimas puedes guardar en tu vaso de cristal..?

1 comentario:

  1. ¡Cuánta razón tienes en todo cuanto expresas Esther!. Me ha gustado muchísimo leerte.
    Besos. Rosa.

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