Existe la memoria del corazón, ésta, va más allá a la de la propia piel... |
Aunque no estés, estás…
Como las gotas del roció
que deja la mañana…
Con las primeras luces del alba mis párpados
se despiertan y te buscan con la mirada…Entonces, fijo mis pupilas en ese hueco
en la cama que aún guarda tu forma; cierro los ojos y me acurruco en una evocación
queriendo acomodarme en tu piel…
Aunque no estés, estás….
No importa lo que digan
las hojas del calendario cuando una fecha se repite cada año y ya no hay velas
que soplar, un abrazo, un te amo, porque los trescientos sesenta y cuatro días restante
de todos los pasados y venideros, yo, te seguiré queriendo…
Aunque no estés, estás…
Porque la memoria tiene
alas y vuela a los pasajes de una historia, a los instantes de algo compartido que conformó los afectos, el cariño, las
risas, en definitiva, una vida, la tuya y la mía…
Y, es que aunque no estés,
estás…,
Tú sabes cómo sentimos,
vivimos y crecimos en un sentimiento compartido en una estación de emociones
con bocetos cuyas líneas se encontraron tomando formas para luego, más tarde, los
errores desdibujarlos; fue entonces, cuando dos vagones dividieron nuestros
destinos…
Te seguiré sintiendo como
una parte imprescindible que llena mis pulmones, el oxígeno que pasa por mis
venas para llegar a ese latido que me permite respirar…
Me acompañarás en mis
paseos en silencio, en la mirada perdida que lleva a un pensamiento, en las
decisiones a destiempo, en los sueños que se ahogarán en mi garganta al tratar
de pronunciar tu nombre…
Aunque no estés, estás…
Porque un hilo rojo e
invisible nos une.Es interminable como el camino que tendrás que recorrer sin mí,
resistente a las tormentas que sortearás con éxito, irrompible entre las dudas
y los ataques mal intencionado que irán cayendo como hojas caducas…
En honor a lo que fuimos
el uno para el otro, no necesitamos contarlo al mundo, hay retazos de recuerdos
que se acomodarán en un lugar de nuestra memoria y aunque todo llegue a
destiempo, no dudes que tiene mucho sentido para ti…, para mi… porque nadie
puede entender lo que fuimos el uno para el otro…
Aunque no estés, estás…
Esther Mendoza
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